I ESTROFA
Ya mis males no alivia tu clemencia,
ya no dices ternuras a mi oído,
y expira de dolor, porque te has ido,
mi corazón enfermo de tu ausencia
II ESTROFA
Hombres necios que acusáis
a la mujer sin razón,
sin ver que sois la ocasión
de lo mismo que culpáis.
III ESTROFA
Libre la frente que el casco rehúsa,
casi desnuda en la gloria del día,
alza su tirso de rosas la Musa
bajo el gran sol de la eterna armonía.
IV ESTROFA
Una tarde parda y fría
de invierno. Los colegiales
estudian. Monotonía
de lluvia tras los cristales.
La caricia del mar vuelve a tu playa,
regresa del desierto a Galilea
donde habitas, María, en tu atalaya.
La caricia del mar vuelve a tu playa,
regresa del desierto a Galilea
donde habitas, María, en tu atalaya.